Leonardo Padura Fuentes y Anna Kushner – por Paulo Pinho
Leonardo Padura Fuentes y Anna Kushner dieron una presentación muy interesante sobre el libro “El hombre que amaba los perros”. Escrito por Fuentes y traducido por Kushner, hablan sobre el asesinato de Leon Trotsky, el revolucionario Ruso que fue una de las principales figuras de la revolución soviética.
La pasaje que leyeron el autor y su traductora se trata de una escena en cual el reclutamiento del asesino de Trotsky, Ramón Mercader, es representado en un modo vibrante, lleno de emoción, y que trae un gran impacto a la audiencia. En este cuadro es dicho que Ramón Mercader, un español que había luchado durante la guerra civil de España sería transformado completamente. En su modo de hablar, en relación a su personalidad, y también en relación a su estructura psicológica. Hablaría en francés, pensaría en francés y irían hacerlo hasta soñar en francés. Así, los lectores nos llevan a una escena chocante adonde Mercader tiene que pasar por un teste psicológico a en cual pudiera probar también que sería una persona calificada para el trabajo de asesinar Trotsky. Mercader es dicho que tiene que matar un enemigo de la revolución, este sería un pobre mendigo que traen a un cuarto. Así que Mercader toma un cuchillo en las manos y levanta su mano para apuñalarlo, es golpeado en la cabeza y se cae inconsciente en el piso. Se termina la escena así.
Fuentes y Kuchner hablan mucho entonces, de los matices y dificultades que ambos encuentran al escribir un libro sobre una cultura diferente y en poder traducir las personalidades, culturas, escenarios, y diferencias de muchos otros tipos que puede haber en contar una historia extranjera con personajes extranjeros. Fuentes compara como fue su experiencia de escribir un libro sobre un hombre cubano, y cuenta que mismo siendo que el personaje tenía vivido en el siglo XIX, porque esta es su cultura, pues Fuentes es Cubano, puso escribir este libro “La novela de mi vida” con mucho más facilidad de que escribir de algo que se pasó en Rusia durante la revolución. También fue difícil, y fue necesario mucha investigación, para poder saber cómo serían los lugares, plazas, edificios, y como representar el emocional de una cultura que no le é familiar a Padura.
Similarmente Kushner tuve sus dificultades en la traducción, pues expresiones culturales, expresiones idiomáticas, referencias culturales, palabras técnicas son un tipo de trabajo al mismo tiempo interesante, pero al mismo tiempo un trabajo que se demanda un gran desempeño para hacerlo bien al descubrir cómo descifrar las diferencias de lenguajes y de cultural completamente distintas una de las otras. Kushner dice que muchas veces intentaba se colocar en un lugar semejante al de los personajes. Como una vez, fue a un cementerio durante el inverno por la noche en España para intentar visualizar como sería el encuentro de un hombre que fuera envuelto en la preparación de Mercader con el mismo. Creo que estos tipos de cosas hacían su trabajo muy fascinante.
Fuentes explica que es muy difícil explicar algo como el béisbol para una persona que no sabe nada de béisbol. Y en el mismo modo no hay como traducir ciertas palabras como “out”, “pues un out no es un fuera, es un out” dice Fuentes.
La traducción es una cosa muy importante dice Fuentes “Sin la traducción no hay cultura”. No avería modo de leeremos Homero y Platón sin la traducción del greco, no averiamos leído Marx se no fuera por la traducción del alemán, no tendríamos las traducciones de la Biblia se no fuera por las traducciones que vinieron del hebreo.
Estas y otras cosas fueran discutidas en la presentación con Leonardo Padura Fuentes y Anna Kushner. En mi opinión, este encuentro fue encantador, he disfrutado bastante, valió la pena atender la presentación de dos personas tan bien renombradas en el mundo académico de la literatura.