L’oreal- Karla Velasquez

loreal english

L’oreal in Spanish

https://www.youtube.com/watch?v=YPpbAQYfBok

L’oreal in English

L’oreal is a French cosmetics and beauty company. It is the world’s largest cosmetics company, and has a registered office in Paris. Because your worth it is a great way for every Latina and races of all women to use L’oreal. This is what all ladies should use. Porque si lo vales!

Eduardo Halfon literatura, paranoia y su salida de Guatemala by William Cardona

William Cardona

SPA 4003

Octubre 27, 2015

Fuente: Electricliterature.com

Mejor no andar hablando demasiado:

Eduardo Halfon literatura, paranoia y su salida de Guatemala

 Eduardo Halfon, 15 de julio del 08/10/2015

Mi ingreso al mundo literario fue a la vez inesperado e imprevisto. Tenía treinta y dos años y nunca antes había publicado nada en ningún lugar. Sabía muy poco sobre  la literatura de Guatemala e incluso mucho menos acerca de Guatemala en general. En 1981 el mismo día que cumplí 10 años dejé el país con mis padres, mi hermano y mi hermana. Crecí en Florida y luego estudié ingeniería en Carolina del Norte. En la escuela siempre fui el mejor niño en matemáticas.  Nunca leí libros, ni siquiera me gustaban. En 1993, después de haber vivido más de doce años en los Estados Unidos, finalmente regrese a Guatemala, un país que apenas conocía y tenía una mínima comprensión en español. Empecé a trabajar como ingeniero en la empresa constructora de mi padre y poco a poco empecé a adaptarme al país y al idioma pero siempre alejado  por un sentimiento extremo de frustración o desubicación. Hoy entiendo que esta angustia existencial es más o menos normal a esa edad,  después de haber terminado de la universidad. Aunque en aquel entonces me sentí como un hombre sin país, sin idioma, sin una profesión propia (literalmente yo estaba en la profesión de mi padre), sin  conocimiento de quién era o lo que supuestamente tenía que ser. Todo esto empeoró y se prolongó por más de cinco años. Finalmente me decidí a buscar ayuda. Pero mi definición de ayuda, al ser un ingeniero racional y metódico, no fue buscar respuestas de  psicología ni en la religión, sino en la filosofía. Fui a una de las universidades locales, a la Universidad Rafael Landívar, y pregunté si podía inscribirme en un par de cursos de filosofía, pensando que tal vez ahí me iba a encontrar algún tipo de respuesta. Pero en Guatemala, así como en gran parte de América Latina, es un título conjunto en Literatura y Filosofía, tiene que estudiar  las dos al mismo tiempo y así lo hice. En cuestión de semanas estaba metido en la literatura. En el trascurso de un  año había renunciado a mi trabajo de ingeniería, estaba viviendo de mis ahorros y leyendo libros de ficción la mayor parte del tiempo, un libro cada uno o dos días, como un adicto a la literatura.

Eduardo Halfon Traducción – Yulieth Galindo

Fuente: Electricliterature.com

Mejor no andar hablando demasiado

Eduardo Halfon acerca de literatura, paranoia, y su salida de Guatemala

Edudardo Halfon, 15 de julio 2015

Mi entrada al mundo literario fue tanto inesperado como no planeado. Tenía treinta y dos años  y nunca había publicado nada en ninguna parte. No sólo sabía muy poco sobre la escena literaria de Guatemala, sino sabía aún menos sobre Guatemala en general. Yo salí del país en 1981 -en el día de mi décimo cumpleaños- con mis padres, mi hermano y mi hermana, crecí en Florida y luego estudié ingeniería en Carolina del Norte. En el colegio siempre fui bueno con las matemáticas. Nunca leia libros ni siquiera me gustaban. Finalmente regresé a Guatemala en 1993, a un país que apenas conocía y con un conocimiento mínimo de español después de haber pasado más de doce años en los Estados Unidos. Empecé a trabajar como ingeniero en la empresa constructora de mi padre y poco a poco empecé a encontrar mi camino de regreso al país y a mi lengua materna pero siempre estaba perjudicado por un sentimiento extremo de frustración o desubicación, un sentido de no pertenecer. Hoy entiendo que esta angustia existencial es más o menos normal a esa edad justo después de la universidad pero en aquel entonces me sentí como un hombre sin país, sin lenguaje, sin profesión propia (yo estaba literalmente en la de mi padre), sin un sentido de quién era yo o lo que yo tenía que hacer. Esto duró durante los próximos cinco años y sólo empeoró. Hasta que finalmente decidí buscar ayuda. Pero mi definición de ayuda, siendo un ingeniero racional y metódico, fue buscar respuestas no en la psicología ni incluso en la religión, sino en la filosofía. Fui a una de las universidades locales, la Universidad Rafael Landívar, y pregunté si podía matricularme en un par de cursos de filosofía pensando que tal vez allí iba a encontrar algún tipo de respuesta. Pero en Guatemala, así como en gran parte de Latinoamérica, es una sola carrera: Letras y Filosofía. Si quieres estudiar una, tienes que estudiar la otra. Y así lo hice. En pocas semanas me había apasionado con la literatura. En menos de un año había dejado mi trabajo como ingeniero, y estaba viviendo de mis ahorros y leyendo ficción a tiempo completo, un libro cada uno o dos días como un tipo de adicto a la literatura.

Eduardo Halfon – Sandy Sosa

Fuente: Electricliterature.com

 

MEJOR NO ANDAR HABLANDO DEMASIADO:

EDUARDO HALFON ACERCA DE LITERATURA, PARANOIA, Y SU PARTIDA DE GUATEMALA

 

Eduardo Halfon, 15 de Julio de 2015

 

Mi ingreso al mundo literario fue inesperado y imprevisto. Yo tenia treinta y dos años y nunca había publicado algo en ningún lugar. Mi conocimiento del mundo literario de Guatemala era muy poco y aun menos el de Guatemala en general. Me fui del país en 1981 – el día que cumplí diez años – con mis padres, hermano y hermana, crecí en Florida y estudié ingeniería en Carolina del Norte. En la escuela era el niño bueno en las matemáticas. Nunca leía libros. Nunca me avían gustado. Finalmente regrese a Guatemala en 1993, después de mas de doce años en los Estados Unidos, a un país que casi no conocía, con un entendimiento mínimo de español. Empecé a trabajar como ingeniero en la empresa constructora de mi padre y poco a poco empecé a encontrar mi camino de regreso al país, y en mi lengua materna – pero siempre empañado por un sentido extremo de la frustración o el desplazamiento, el sentido de no pertenecer. Hoy entiendo que esta angustia existencial es más o menos normal a esa edad, justo después de la universidad, pero en aquel entonces me sentí como un hombre sin país, sin un lenguaje, sin una profesión (yo estaba, literalmente, en la de mi padre) , sin un sentido de quién era yo o lo que yo debía hacer. Esto se prolongó durante cinco años, y sólo empeoraba. Hasta que finalmente me decidí a buscar ayuda. Pero mi definición de ayuda, al ser un ingeniero racional y metódico, fue a buscar respuestas no en la psicología o incluso la religión, sino en la filosofía. Fui a una de las universidades locales, Universidad Rafael Landívar, y le pregunté si podía inscribirme en un par de cursos de filosofía, pensando que tal vez iba a encontrar algún tipo de respuesta. Pero en Guatemala, tal como en gran parte de América Latina, es un título conjunto: Letras y Filosofía. Si quiere estudiar una, tiene que estudiar la otra. Y fue lo que hice. En cuestión de semanas yo estaba enamorado de la literatura. Dentro de un año renuncie mi trabajo como ingeniero y estaba viviendo de mis ahorros y leyendo literatura de la ficción a tiempo completo, un libro cada uno o dos días, como una especie de adicto a la literatura.

Traducción de Eduardo Halfon– Lorena Paocarina

 

English to Spanish

Fuente: Electricliterature.com

Mejor no andar hablando demasiado: Eduardo Halfon en literatura, paranoia, y su salida de Guatemala.

Eduardo Halfon, 15 de Julio, 2015

Mi entrada al mundo de la literatura no fue anticipada ni planeada. Tenía treinta y dos años y nunca había publicado nada, en ningún lugar. No solo sabía muy poco acerca del ámbito literario  guatemalteco, pero sabía aun menos acerca de Guatemala en general. Me fui del país en 1981, en el día que cumplí 10 años, con mis padres, mi hermana y mi hermano, crecí en Florida y después estudié Ingeniería en Carolina del Norte. En la escuela siempre fui el chico matemático. Nunca leí libros. Ni siquiera me gustaban. Después de vivir mas de doce años en Estados Unidos, finalmente regresé a Guatemala en 1993, un país que ya casi no conocía, y con un mínimo conocimiento de español. Empecé a trabajar como ingeniero en la empresa de construcción de mi padre y poco a poco comencé a encontrar mi camino dentro del país y de mi lengua natal— pero siempre envuelto por un sentimiento extremo de frustración o desubicación, con una sensación de no pertenecer.  Ahora entiendo que esta angustia existencial es mas o menos normal a esa edad, poco después de la Universidad, pero en ese entonces me sentía como un hombre sin un país, sin un lenguaje, sin una profesión propia (yo estaba literalmente en la de mi padre) sin un sentido de quien era yo o que era lo que yo debía hacer. Esto duró por cinco años y solo empeoró. Hasta que finalmente decidí buscar ayuda. Pero mi definición de ayuda, siendo un lógico y metódico ingeniero, fue buscar respuestas no en la psicología, ni siquiera en la religión, sino en la filosofía. Fui a una de las Universidades locales , la Universidad Rafael Landivar, y pregunte si podía inscribirme en un par de cursos de filosofía, pensando que tal vez ahí encontraría algún tipo de repuesta. Pero en Guatemala así como en muchos países latino americanos es una sola carrera: Letras y Filosofía. Si usted quiere estudiar uno debe estudiar el otro también.  Así que lo hice. En pocas semanas estaba enamorado de la literatura. Dentro de un año había renunciado a mi trabajo como ingeniero y estaba viviendo de mis ahorros y leyendo ficción a tiempo completo, un libro cada uno o dos días, como una especie de adicto a la literatura.

Halfon: Versiones profesionalmente aceptables

Fuente: Electricliterature.com

Mejor no andar hablando demasiado:

Eduardo Halfon acerca de literatura, paranoia y su salida de Guatemala

Eduardo Halfon, 15 de junio de 2015

Mi entrada al mundo literario había sido tan inesperado como imprevisto. Yo tenía treinta y dos años y nunca había publicado nada, en ningún lugar. Sabía muy poco de los círculos literarios guatemaltecos y aún menos de Guatemala en general. Había dejado el país en 1981, en el día que cumplí diez años, con mis padres, mi hermano y mi hermana. Crecí en Florida y luego estudié ingeniería en Carolina del Norte. En la escuela, siempre fui el chico de matemáticas. Nunca leía libros. Ni siquiera me gustaban. Finalmente regresé a Guatemala en 1993, a un país que casi no conocía y con un entendimiento mínimo del español después de más de doce años en los Estados Unidos. Empecé a trabajar como ingeniero en la empresa constructora de mi padre y poco a poco empecé a encontrar mi camino de vuelta al país y a mi lengua materna—pero siempre estropeado por un sentido extremo de frustración o desubicación, el sentido de no pertenecer. Hoy entiendo que esta angustia existencial es más o menos normal a esa edad, justo después de la Universidad, pero en ese entonces me sentía como un hombre sin país, sin idioma, sin una profesión propia (estaba en la de mi padre), sin un sentido de quién era yo o de lo que debía hacer. Esto se prolongó durante cinco años y sólo empeoraba. Hasta que finalmente me decidí a buscar ayuda. Pero mi definición de ayuda, siendo un ingeniero racional y metódico, fue buscar respuestas no en la psicología o incluso en la religión, sino en la filosofía. Fui a una de las universidades locales, la Universidad Rafael Landívar, y pregunté si podía inscribirme en un par de cursos de filosofía, pensando que quizá allí encontraría algún tipo de respuesta. Pero en Guatemala, tal como en gran parte de América Latina, es un solo título: Letras y Filosofía. Si quieres estudiar una, tienes que estudiar la otra. Y así lo hice. En cuestión de semanas estaba enamorado de la literatura. En cuestión de un año había dejado mi trabajo como ingeniero, estaba viviendo de mis ahorros, y leía obras de ficción a tiempo completo, un libro cada uno o dos días, como una especie de adicto a la literatura.

 

Source: La Voz (Argentina)

June 25, 2015, 12: 54 p.m.

Eduardo Halfon: The Pleasures of a Nomad

In Monastery, Guatemalan Eduardo Halfon gives a hilarious and lucid account of a journey to Israel and dissects religious intolerance in our global era. The novel is part of a larger project that has brought widespread renown to its author.

By Javier Mattio

To what extent is all of your work part of a single literary project?

Almost without my realizing it, the project has grown before my eyes. It started in 2008 when I published El boxeador polaco (published by Pre-Textos; Bellevue Literary Press brought it out as The Polish Boxer in 2012). That book is made up of six short stories told by a certain Eduardo Halfon who is a lot like me. The narrative thread that runs through them is the story of my grandfather in relation to Auschwitz, a tattoo, and a boxer. Two years later in 2010, a story from that book became a short novel, La pirueta. Monastery comes out of “White Smoke,” another story from Polish Boxer. The next book, Signor Hoffman, remains in that universe, so now there are four books with a common thread running through them, all narrated by a single character who is looking for something, who travels a lot. All the books are about a journey, to Israel, to Serbia, to Poland. They’re short books, intimate and interlinked; some answer questions that come up in others. And the odd and interesting thing that’s been happening is that each country that has translated the books has reformatted them. In the United States, The Polish Boxer includes La pirueta (“The Pirouette”), and Monastery includes Signor Hoffman. In Japan, all four are published as a single book. Italy, Germany, France: each country is different. Without knowing it, what I’ve been doing all along is writing a single book. All my books are part of a larger project called The Polish Boxer. That volume is the axis, the center, the nucleus that everything else revolves around.

To what degree are these actually travel accounts? How different are you from the Halfon who narrates the books?

I always start from myself. That’s how I write. I start from something personal, the trip to Israel, my grandfather’s tattoo, my relationship with my father. But I am not enough. I need fiction in order to convey what I want to convey, to take the reader on an emotional journey. That other Eduardo who is not me but who is me, who has my beard but who smokes (I don’t) —he’s bolder, more intrepid; he talks back to the taxi driver who says he wants to kill the Arabs. I would never do that, I’m more aloof, or more cowardly, if you like. The most autobiographical parts of my books aren’t the facts— my sister’s wedding or my relationship with my brother. What’s autobiographical are the fears, a certain sensibility, mi childhood. That’s where I’m much closer to the narrator than in the journeys or the incidents. But obviously everything emerges from a self. My books are collections of stories by a single narrator. They are episodes in the life of a character, and they’re all told by the same voice, in the same tone, by the same man. From there you can arrange them on the table in different ways.

Letters of Recommendation–Clarissa Polanco

November 5, 2014

 

To Whom It May Concern:

Yulieth Galindo was employed at Longchamp as a Sale Specialist from 2000-2014, who was promoted to CEO. During her time here, Yulieth was responsible for selling the most products, and providing an unforgettable experience for her customers in which they would want to come back and invite their family and friends to shop at our store.

Yulieth was the first person ever to sell the most products, over a billion to customers worldwide, earning her the position of CEO in 2010. She fulfilled her employment responsibilities with little supervision, after she began selling a thousand products weekly. Yulieth managed to build rapport with her customers, making them feel safe and comfortable enough to indulge in our products. She used her interpersonal skills to get to know the customers and allow them to trust her. Her success was dependent on her strong polylingual communication skills.

I am happy to serve as a reference for Yulieth and can speak to her excellent customer service skills, work ethic, and professionalism. Please feel free to contact me should you require further information.

 

Sincerely,

 

Clarissa Polanco

Founder

Longchamp

444 Fake Street

(212) 444-4444

[email protected]

 

Nueva York, 5 de noviembre del 2014

 

A quien corresponda:

Por medio del presente me halaga indicar que conozco a la Señorita Yulieth Galindo, quien porta el documento de identidad número 42.248.84. Doy fe de su interés de superación laboral.

La señorita Galindo ha trabajado junto a mí durante catorce años cumpliendo el rol de especialista de ventas y avanzando a el rol de  Director General (CEO) en 2010. Su tarea y aplicación han sobrepasado mis expectativas.

Una de sus mejores virtudes es el compromiso que presenta con sus clientes al darles lo mejor de ella, escuchando lo que quieren y necesitan, entendiendo sus situaciones económicas y recomendandoles los productos que le den más por su dinero.

La señorita Galindo ha dejado de trabajar conmigo debido a sus deseos de seguir creciendo laboralmente y querer crear su propia compañía en la cual ella vendera productos hechos por sí misma.

Sé que Yulieth Galindo cumplira con total eficiencia su sueño de abrir su propia compañía, es por eso que deseo apoyarla y recomendarla gustosamente.

Firmo para los pertinentes al quinto día del mes de noviembre del año 2014, en la ciudad de Nueva York.

 

Doctora Clarissa Polanco

Fundadora de Longchamp

[email protected]

24 424 8424488

Reflexiones sobre la traducción automática – Clara Dávila

Clara Dávila

SPA 4003

Prof. Allen

Ahora, comparar las dos traducciones. ¿Qué aspectos de la traducción automática te llaman la atención? ¿Cuáles son los beneficios y los peligros de la traducción automática? Lo que aprendiste en el capítulo 23 de Is That a Fish In Your Ear de David Bellos te ayuda para entender las diferencias?

Comparando mi traducción y la traducción de Google tiene muchas similitud con las palabras y oraciones traducidas, hay muy poco desacuerdo, y me pareció la más acertada.

Lo que me llama más la atención es que cada traducción automática podemos traducir dimensiones de factores en diferentes diseños y aplicaciones y para cada una de ellas debemos decidir qué recursos es mejor para emplear y cómo hacerlo, como en el caso de un texto literario o periodístico que estará escrito con un estilo más creativo, ambiguos y con más libertad para el redactor

Otra de las manera que me llamó la atención fue los traductores automáticos es que permiten unificar la terminología de una manera más sencilla, manteniendo coherencia, estilo uniforme y facilitan al lector un mejor entendimiento a lo largo de todo el texto.

Como todo en la vida tiene sus ventajas y sus desventajas así mismo la traducción automática tiene esto que nos pueden ayudar a entender los textos, pero no a traducirlos como una persona.

La  ventajas de estas traducciones es obtener ahorro de tiempo y dinero con una traducción inmediata, evitando la búsqueda en un diccionario del idioma correspondiente.  Además las correcciones gramaticales y ortográficas las hace de manera instantánea dándonos un aprendizaje y práctica del mismo.

Con estos dispositivos digitales nosotros conseguimos una variedad de idiomas y dialectos, que ocasiones  lo podemos obtener de manera gratuita y oportuna.

La desventajas en estas traducciones automáticas las consideramos que nunca son perfectas, aunque estas se acercan al objetivo deseado que es la traducción, tienen sus limitaciones como cualquier otra tecnología.  Además, las congruencias gramaticales pueden hacerse presente como frases absurdas en un lenguaje que no es el nuestro o nativo.

Con el Libro “Is That a fish in a Ear” de David Bellos del capítulo 23  he aprendido que con los traductores automáticos son rápidos, sencillos, conseguimos una buena gramática, pero que no 100% confiables con la traducción, pero siempre los traductores humanos pueden evaluar si una traducción se ajusta o no a una audiencia o lector en particular y realizar las elecciones lingüísticas y de estilo en base a la experiencia en vez de una maquina de datos, como los manejadores o representantes Google Translation  que están tratando de invertir mucho tiempo, investigaciones y dinero para querer obtener una traducción perfecta pero todavía no lo han logrado, y de acuerdo al libro de Bellos no debemos confiar en Google.   Sin embargo yo lo hice.

Traducción de Noticias – Clara Dávila

Alerta de Tsunami levantado tras el terremoto de Chile

Olas de al menos de un metro de alcance en la Polinesia Francesa mientras que en el centro de advertencia dice el tsunami  principal no se espero en Hawaii

Oliver Holmes in Bangkok

Thursday 17 September 2015 07.41 EDT

Chile levantó su alerta de tsunami el jueves y las islas del Pacífico registraron sólo olas menores, horas después de un terremoto de magnitud de 8,3 se había dado lugar a temor de olas masivas.

“La alerta del tsunami es levantado para todo el territorio nacional,” la oficina nacional de emergencia del gobierno Chileno dijo en un tweet.

El Centro de Alerta de Tsunami del Pacífico (PTWC) había publicado un mensaje de amenaza diciendo peligrosas olas de tsunami se pronosticaron para algunas costas.  “Las olas de tsunami han sido observadas”, esto dijo en la actualización más reciente el jueves.

El PTWC dijo que las primeras olas llegaban a la ciudad oriental de Rikitea, en la isla de Mangareva en la Polynesia Francesa, pero ellos eran sólo 28 cm. de alto.  Esto fue en las tempranas horas de la mañana en Rikitea, lo que significa pocas personas estarían en las playas.